El acid house de los años 80 en Chicago y en el Reino Unido
Continuamos con nuestra particular historia de la música electrónica. A mediados de los años 80 el acid house aparece en Chicago y rápidamente se extenderá al Reino Unido y al resto de Europa, alcanzando lo más alto de las listas de ventas y convirtiéndose en una de las mayores revoluciones juveniles de la historia.
El éxito comercial del house y la proliferación de «subproductos» (la palabra “jack” salía hasta en la sopa en las canciones) hizo temer por su futuro a muchos productores de Chicago. Tenían claro que para sobrevivir era necesario mirar al futuro y no complacerse en el presente.
El acid house en Chicago
A mediados de los años 80 Marshall Jefferson (uno de los padres del house) junto al también músico de Chicago DJ Pierre, buscando esas nuevas fórmulas menos comerciales e innovadoras, “exprimen” el recién aparecido sintetizador Roland TB-303, consiguiendo con sus manipulaciones sonidos futuristas simples pero muy interesantes.
En 1987 DJ Pierre en su grupo Phuture usará esos “maullidos” en su tema “Acid tracks”.
«Acid tracks» de Phuture (1987)
Acaba de nacer el “acid house”, el nuevo sonido de Chicago.
Aunque ya en 1986 Sleezy D (con la colaboración de Marshall Jefferson) editaron el que se considera el primer vinilo de acid house: el tema “I’ve lost control”.
«I’ve lost control» de Sleezy D (1986)
Con la llegada del acid, Chicago volvía a ser el motor de creatividad de la música house.
- "Land of confusion" de Armando (1987)
- "Give it to me" de Bam Bam (1988)
- "Acid over" de Tyree (1987)
- "This is acid" de Maurice (1988)
- "Lack of love” de Charles B ft. Adonis (1988)
- "Slow mo acid” de Coming Down Band (1988)
- "We are Phuture” de Phuture (1988)
- "In the heat of the night” de Da Posse (1988)
- "Jack the house” de Liddell Townsell (1988)
O esta canción de DJ Pierre, “Box energy”, de 1987. Uno de los mejores ejemplos de lo que es el acid house de calidad.
«Box energy» de DJ Pierre (1987)
Aunque la fiesta iba a durar poco.
La llegada de drogas sintéticas como el LSD o el MDMA (el éxtasis) a los clubes y las consiguientes redadas policiales hicieron que el house como corriente principal empezara a languidecer en Chicago, convirtiéndose en algo casi de culto.
Además, grandes figuras de Chicago como Frankie Knuckles o DJ Pierre pronto se marcharán a Nueva York, la ciudad que nunca duerme y en donde la escena house estaba en plena ebullición.
Se puede decir que en Chicago el house ya nunca volvería a ser lo mismo.
La llegada del acid house al Reino Unido
En el Reino Unido mientras tanto, el house más clásico ha conseguido entrar en listas de ventas y el mundo del dance pop lo abraza sin reparos, consiguiendo éxitos comerciales. Sin embargo, salvo excepciones, en los clubes aun es algo minoritario e incomprendido.
En 1987 un grupo de jóvenes DJ londinenses de vacaciones en Ibiza (entre ellos los más tarde seminales Paul Oakenfold y Danny Rampling) se enteran de la existencia de Amnesia, una casa de labranza perdida en el centro de la isla reconvertida en club.
Quedan deslumbrados por su decoración (esa pirámide de cristales en el centro de la pista) y su público extravagante (a Amnesia iban desde gente anónima a famosos del mundo de la música o del cine).
Pero sobre todo se quedan fascinados con su DJ, el argentino Alfredo, y la música que pincha, desde dance pop pasando por house, garage, acid house o temas indies. Este eclecticismo musical (algo impensable en su Londres natal) será recordado para siempre como el estilo «balearic».
Pero también, y no nos podemos olvidar de ello, Oakenfold, Rampling y compañía quedan «extasiados» ante las posibilidades de toda una noche de baile y música bajo los efectos de las drogas.
A su vuelta al Reino Unido, intentan replicar lo que habían visto en Ibiza. Aparecerán las primeras fiestas house británicas: Shoom, Trip o Spectrum en Londres; o en la ya existente The Haçienda en la ciudad de Manchester. Templos míticos de la música electrónica de baile, a la altura del Paradise Garage de Nueva York.
Rápidamente hordas de jóvenes británicos empiezan a abrazar el acid house (y las drogas) y a replicar esas fiestas exclusivas en las “warehouse parties”, fiestas muchas veces clandestinas celebradas en «almacenes», naves industriales abandonadas y alejadas de los centros urbanos; lugares a los que era menos probable que acudiera la policía. Nacen las primeras “raves”.
Con la llegada del acid house y su cultura, el ocio de la juventud cambia por completo. Se puede decir que el acid house supuso en el Reino Unido la mayor revolución juvenil desde los años 60. Los desarticuló y ya nada volvería a ser igual.
Los DJ británicos empiezan a hacer sus pinitos: en 1988 tres temas underground consiguen entrar en listas de ventas. «Acid man» del proyecto de Eddie Richards, Jolly Roger; «Stakker humanoid» de Humanoid y «Get real» del ex-Frankie goes to Holywood, Paul Rutherford. Temas de regular calidad a excepción del de Paul Rutheford.
«Get real» de Paul Rutherford (1988)
Es verdad que en esos años los mejores temas de acid house se hacían en Chicago, pero poco a poco en el Reino Unido empiezan a salir producciones de calidad como este tema del primer álbum de los manchestrianos 808 State, “Flow coma”, uno de los mejores ejemplos de acid house británicos.
«Flow coma» de 808 State (1988)
O este otro tema de 1988, “Voodoo ray”, clásico donde los haya de la música electrónica de baile, del proyecto de Gerald Simpson (ex-808 State) A guy called Gerald, casi top 10 en el Reino Unido.
«Voodoo ray» de A guy called Gerald (1988)
El éxito entre los jóvenes hace que el acid house rápidamente llega al mainstream, consiguiendo entrar en listas de éxito. Ejemplos de ello son Humanoid y «Stakker humanoid” (1988), Baby Ford y “Oochy koochy” (1988), D Mob y “We call it acieed” (1989) o este himno acid de la época de E-Zee Possee & MC Kinky: “Everything starts with an ‘E’”.
«Everything starts with an ‘E’» de E-Zee Possee & MC Kinky (1989)
Incluso el mundo del pop, como esta canción de 1988 de Samantha Fox, “Love house”.
«Love house» de Samantha Fox (1988)
Como vemos, el acid house supuso toda una revolución en el Reino Unido. Mundos tan opuestos como el rock, el pop o el jazz usaron de alguna u otra forma sus maneras.
Sin el acid house en los años 90 no hubieramos tenido el «indie dance» de grupos como Happy Mondays, Primal Scream o Saint Etienne; o el «acid jazz», con gente como Incognito, Brand New Heavies o Jamiroquai.
Bélgica y el new beat
A finales de los 80 la escena electrónica belga también abrazaba el acid house, aunque adaptándolo a los sonidos más industriales de los también belgas Front 242.
Nace el “new beat”, con temas como el éxito comercial en todo el mundo de Confetti’s “The sound of C” (1988), o las produciones más elaboradas de Jade 4 U “Rock to the beat” (1989) o Lords of Acid con su tema de 1988 “I sit on acid”.
«I sit on acid» de Lords of Acid (1988)
El ocaso del acid house
Como suele ocurrir en estos casos, el éxito comercial suele conllevar la prostitución del sonido y la consiguiente bajada de calidad en las producciones.
En Chicago el acid house estaba prácticamente muerto y en el Reino Unido los músicos de verdad lo acabaron abandonando, investigando nuevos caminos. Las drogas, la represión policial y la mala prensa de las fiestas hicieron el resto.
Pero la mecha de la cultura de la música electrónica de baile estaba prendida y ya no se extinguiría. Afortunadamente, Nueva York y Detroit no siguieron la cultura del acid house, por lo que se seguirá hablando de house y de su hermano el techno. Pero poco tiempo después también se empezarán a escuchar expresiones como progressive house, acid techno, jungle, drum & bass, rave, trance, UK garage, dubstep…
Los años noventa han llegado. Pero esto ya es tema para otros capítulos.
0 comentarios