El soul y el funk de los años 60
Gran parte de la música de baile actual surge de la fusión de tres géneros: el soul más enérgico de los años 60, el funk y el jazz latino. Vamos a ir haciendo un breve repaso de cada uno de ellos.
Gran parte de la música electrónica de baile tiene sus orígenes en la música negra afro-americana.
Y en concreto de la fusión de tres grandes géneros musicales del siglo XX:
- El soul más enérgico de los años 60.
- El funk.
- El jazz latino.
De los tres, los dos primeros serán clave.
EL SOUL
A finales de los 60, varias ciudades norteamericanas se disputan el trono de la música soul. Cada una con sus peculiaridades y diferencias, pero todas con un mismo objetivo: acercar el soul al gran público.
Así podemos hablar del sonido Memphis, del soul de Chicago, del sonido Detroit (La Motown), del soul de Nueva York o del «Philly Sound» de Filadelfia.
Vamos a ir haciendo un breve repaso de cada uno de ellos. Y escuchando y viendo algunos ejemplos. Que al final una imagen (o una canción) valen más que mil palabras.
El sonido Memphis
El sonido Memphis es un soul sureño, elegante y sensual; muy preocupado por la instrumentación y con pocas concesiones al pop.
«Hold on I’m comin’» de Sam & Dave (1966)
Su sello estrella será Stax Records, y de él saldrán joyas como «I can turn you loose» de Otis Redding (1966) o «Knock on wood» de Eddie Floyd (1966). Una versión de este último será un gran hit de la música de baile a finales de los 70.
El sonido Detroit
Su sello discográfico, la Motown, sí que apuesta por un enfoque pop, con canciones cortas y sencillas, pero de melodías sofisticadas en las que los bajos llevan la batuta.
El sonido Motown es ágil y dinámico: es un soul con la energía necesaria para ser bailado. Seleccionar algunos ejemplos de este sonido es tarea complicada, ya que entre 1961 y 1971 tuvieron más de 100 temas en el top 10 americano. Cualquier canción de The Supremes nos valdría, pero nos quedamos con estos temazos.
Haz click en el título de cada tema para escucharlos.
- «Ain’t no mountain high enough» de Marvin Gaye con Tammi Terrell (1967)
- “It’s the same old song” de Four Tops (1966)
- «You can’t hurry love» de The Supremes (1966)
- «Dancing in the street» de Martha & the Vandellas (1964)
Y éste de un jovencísimo Stevie Wonder.
«I was made to love her» de Stevie Wonder (1967)
El sonido Motown será importantísimo en el desarrollo de la música de baile. Sus caras producciones, ricas en cuerdas y percusiones serán referencia en el desarrollo de la música disco a principios de los 70.
El soul de Chicago
El soul de Chicago bebe menos del blues y más del jazz. Es suave y relajado, pero vivaz a la vez. Ligeramente influenciado por el góspel, sus composiciones poseen unas harmonías vocales que le dotan, al igual que al sonido Motown, de toques pop.
Como en “Monkey time” de Major Lance (1963) o en este otro tema del gran Jackie Wilson.
«(Your love keeps lifting me) Higher and higher» de Jackie Wilson (1967)
El soul de Nueva York
Con un sonido similar al de Memphis, el soul neoyorquino hace más hincapié en los instrumentos de cuerda. Atlantic Records será su sello de referencia.
Dos de sus temas fueron usados por la banda Blues Brothers para su película homónima de 1980: “Everybody needs somebody to love” de Solomon Burke (1964) o este tema de la mismísima «Lady Soul», «Queen of soul» o lo que quiera ser, porque es muy grande: Aretha Franklin.
«Think» de Aretha Franklin (1968)
El sonido Filadelfia
A principios de los 70 surge como una evolución del sonido Motown el “Philly Sound”. Es un soul más “sinfónico” muy preocupado por la percusión y con ricos arreglos orquestales, como lo muestra el tema “Could It be I’m falling in love” de The Spinners (1973).
El Philly Sound será en gran medida el precursor de la música disco. Y si no, escuchad a las tres chicas de The Three Degrees.
«When will I see you again» de The Three Degrees (1973)
El Northern Soul
Paralelamente y basado en su hermano americano aparece en el norte del Reino Unido el Northern Soul.
Muy parecido al sonido Motown, su tempo es rápido y el ritmo, fuerte y muy marcado. Como en estos dos temas, el primero a cargo de Gloria Jones, «Tainted love» (versionado en los 80 con gran éxito por Soft Cell); y el segundo a cargo de la años más tarde reina disco Tina Charles, versionando el clásicazo de Martha and The Vandellas «I can’t dance to that music you’re playin'».
«Tainted love» de Gloria Jones (1964)
«I can’t dance to that music you’re playin’» de Tina Charles (1973)
EL FUNK
James Brown era un cantante de R&B con influencias góspel que a mediados de los años 60 decide cambiar el ritmo de sus composiciones, mandando el énfasis al primer “beat” (golpe) del compás. El funk había nacido.
«Papa’s got a brand new bag / I feel good» de James Brown (1966)
El funk es un invento afroamericano: se coge un poco de soul, una pizca de R&B y unos toques de jazz y se crea una amalgama en la que priman la percusión y los riffs del bajo eléctrico (la melodía no es tan importante). Lo que se consigue es un tema muy rítmico y sincopado, muy bailable.
Con Sly & the Family Stone, el funk da el salto a las listas de éxito al inicio de los 70.
«Thank you (Falettinme be mice elf agin)» de Sly & the Family Stone (1969)
Rápidamente grupos que algunos años atrás hacían un soul más clásico abrazarán el funk con grandes resultados. Como The Isley Brothers con “It’s your thing” (1969) o The Temptations con «Papa was a rolling stone» (1972).
El nuevo género musical fundado por James Brown ha influido mucho en el desarrollo de otros nuevos posteriores. Incluido el disco, que tiene grandes deudas con el funk.
A principios de los 70 y desde Africa, Manu Dibango, músico camerunés, se saca de la manga el que es considerado uno de los primeros temas disco de la historia: “Soul makossa”. Makossa significa “baile” y es lo que se pretende. Y vaya si lo consigue. Que se lo hubieran preguntado a Michael Jackson cuando compuso “Wanna be startin’ somethin’”.
«Soul makossa» de Manu Dibango (1972)
EL JAZZ LATINO Y SUS RITMOS
El jazz latino se desarrolla en Nueva York y se caracteriza por un ritmo más sincopado que el jazz tradicional. Y por otro rasgo que será muy utilizado en gran parte de la música de baile venidera: el reemplazo de la tradicional batería por instrumentos como la conga, los timbales y las maracas.
Cojamos «Tanga”, temazo de la orquesta Machito and his Afro-Cubans dirigidos por Mario Bauza en 1949. Si subimos los bpm (bits per minute, la velocidad del ritmo) ¡la percusión es prácticamente house!
«Tanga» de Machito and his Afro-Cubans (1949)
En los 60 la fusión con las nuevas músicas es ya imparable, como se puede escuchar en este tema de Ray Barretto, «Together«, de 1969.
Con la entrada de los 60, Estados Unidos sufrirá importantes cambios sociales y políticos: la “contracultura” de los jóvenes hippies, la “revolución sexual”, la liberación femenina y la auto-afirmación de las minorías, antes reprimidas.
La incipiente música de baile va a nacer como reacción a la América dominante, blanca y rockera que sólo acude a bares y tabernas. Serán pues gays, afroamericanos y latinos quienes llenen los nuevos espacios y demanden estas nuevas músicas. Y también muchas mujeres, fruto de esa liberación.
Tendrán que entrar bien los 70 para que la música de baile se instale como corriente principal o mainstream.
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