Las Divas Blancas Disco de los 70

La música disco nació en EE.UU como una alternativa al dominio del todopoderoso rock blanco.

Una escena que fue toda una «liberación» para colectivos marginados (gays, negros, latinos) frecuentemente ignorados, cuando no atacados, por parte del sector blanco y hetero.

Pero también para muchas mujeres blancas que recibieron el género con los brazos abiertos porque por fin tenían lugares en los que bailar y desinhibirse con libertad.

Muchas fueron también las divas blancas que dio la era disco. Y en esto, Europa se adelantó algo a los EE.UU.

Tina Charles

Aunque no acreditada, esta londinense fue la voz de uno de los primeros éxitos disco de la historia: «I’m a fire», de 5000 Volts publicado en 1975.

En 1976 y producido por el anglohindú Biddu (uno de los pioneros del eurodisco), sonaba «I love to love», un enorme éxito en todo el mundo y que elevó a Tina Charles al status de diva disco. Aunque no en Estados Unidos, en donde nunca consiguió el éxito.

También de 1976 es otro de sus hits mundiales: «Dance little lady, dance».

Silver Convention

Las alemanas Linda G. Thompson (Linda Überlherr) y Ramona Wulf (Ramona Kraft, hija de de padre afroamericano), y la austriaca Penny McLean (Gertrude Wirschinger), las chicas del proyecto alemán Silver Convention, triunfaron en medio mundo en 1975 con el infeccioso «Fly, robin, fly» y un año después, con «Get up and boogie».

Al mismo tiempo, Penny McLean conseguía en 1975, en solitario, un éxito y cruzar el charco hasta llegar a los clubes de Nueva York, con el disco pop «Lady bump».

Vicki Sue Robinson

Pero Nueva York es mucha Nueva York.

En 1975 esta actriz y cantante local conseguía un pequeño hit en clubes con el alegre «Never gonna let you go». Un año después explotaba con «Turn the beat around», un auténtico icono del primer disco y uno de los mayores clásicos del género.

Andrea True

Esta actriz porno y cantante de voz angelical aunque potente, consiguió con su banda Andrea True Connection grandes temazos como «More, more, more», grabado en Kingston, Jamaica, en 1975 junto al legendario productor disco Greg Diamond, y convenientemente mezclada en 1976 por Tom Moulton.

O el musicalmente ambicioso «N.Y. You got me dancing», de 1977, uno de sus temas más destacados.

Continuamos con dos temas a cargo de dos auténticas one-hit wonders.

Desde Filadelfia, Karen Young, una blanca con alma de negra, triunfaba en 1978 con la energía y una feroz interpretación vocal de «Hot shot», hit de culto sampleado en 1996 por los mismísimos Daft Punk.

La también norteamericana Alicia Bridges hacía lo propio ese mismo año con su único éxito aunque masivo: «I love the nightlife (Disco ‘round)».

Yvonne Elliman

Esta mujer nacida en Honolulu, Hawai, de padre irlandés y madre japonesa, y desde Broadway y el musical Jesucristo Superstar, alcanzaba en 1977 los primeros puestos de las listas de sencillos con «If I can’t have you», incluido en la BSO de Fiebre del sábado noche.

Y en 1979 con el no menos fantástico «Love pains», versionado años después por Liza Minelli.

Madleen Kane

La modelo sueca reconvertida en diva disco consiguió a finales de los 70 hasta cinco hits en listas de baile norteamericanas.

«Touch my heart» (1978) y «Forbidden love» (1979) son dos de ellos. Éste último con unos imponentes arreglos orquestales cortesía del productor Jim Burgess.

France Joli

En 1979 y con poco más de 15 años, esta canadiense vendió millones de copias de su sencillo «Come to me», una de las cumbres del disco publicada en el prestigioso sello neoyorquino Prelude.

Charo Baeza

La española y murciana María del Rosario Pilar Martínez Molina Baeza, diva mítica donde las haya, se juntaba a finales de los 70 con la banda neoyorquina The Salsoul Orchestra en una serie de álbumes disco que contenían absolutos temazos como «Dance a little bit closer» (1977) o «Hot love» (1978).

Kelly Marie

Aunque esta escocesa cosechaba pequeños éxitos fuera del Reino Unido («Run to me» en 1977 o «Make love to me» en 1978), no fue hasta 1980 cuando pasó del underground al éxito mundial.

Todo gracias a su versión del clásico de Mungo Jerry del año 1977 «Feels like I’m in love».

El disco fue un género que no conoció fronteras, cruzando charcos ida y vuelta.

Siendo ya muy populares en su país (nueve números uno consecutivos), el dúo japonés Pink Lady, Mitsuyo Nemoto (Mie) y Keiko Kuwaki (Kei), intentó en 1979 el asalto al mercado norteameriano con sus coreografías y temas como «Kiss in the dark». Al final fue su único éxito allí.

Y en Japón llegó al número uno en 1979 (una auténtica rareza en esos años para un tema en inglés) «I’m in the mood for dancing», de las hermanas The Nolan Sisters. Por supuesto también un enorme éxito en UK y en su país, Irlanda.

Divas, al disco!

En el cénit del género, muchos fueron los artistas de otros estilos que se subieron al carro del disco. Un buen puñado de divas «blancas» que cambiaron su sonido para vender más discos o revitalizar sus carreras.

Es lo que consiguió en cierta medida la gran Dusty Springfield con el muy excelente «That’s the kind of love I’ve got for you» en 1978. Una oscura joya del disco mezclada por un tal Tom Moulton.

Toca el turno de dos grandes del espectáculo, actrices y cantantes.

Barbra Streisand fue de las primeras, con su versión del año 1975 del clásico de la Motown «Shake me, wake me (When it’s over)», de los Four Tops. Aunque su mayor hit disco vino de la mano de «The main event/Fight» en 1979.

Ese mismo año Bette Midler hacía lo propio, con éxito, con su versión del «Married men» de la escocesa Bonnie Tyler.

Y hasta la gran Dolly Parton coqueteó (sin perder nunca su característico estilo) con el género en «Baby I’m burnin'». Un tema que lo hizo mejor en listas pop que en listas country.

Un tema que anticipó más temazos como «Atomic» (1979) o el disco-rap «Rapture», ya de 1980.

Muchas divas de la Europa continental también se echaron en los brazos del disco, adaptando su estilo a los gustos locales.

Como la gran dama de la chanson francesa Dalida, que en 1975 publicaba el primer tema disco local: «J’attendrai». Por supuesto, con enorme éxito.

La cantante pop yeyé también francesa Sheila (Annie Chancel) vivió una segunda época como diva disco al frente de Sheila & B. Devotion, consiguiendo pequeños hits como «Love me baby» (1977) y el ya éxito mundial con «Spacer» en 1979, una producción de Bernard Edwards y Nile Rodgers.

Los suecos ABBA, con Agnetha y Frida a la cabeza, cambiaron su registro en 1976 coqueteando tímidamente con el disco en la siempre viva «Dancing queen».

Una experimentación que continuó en 1977 en temas como «Take a chance on me» o «Summer Night City» y que culminó en 1979, en el cenit del género, con temazos icónicos como «Gimme! Gimme! Gimme! (A man after midnight)» o «Voulez-vous».

El disco europeo cobraría vida propia, mucho más electrónico que su hermano americano y, a diferencia de él, tomando elementos tanto del pop como del rock.

Pero ese será otro capítulo: las divas del eurodisco.