Leyendas de la música electrónica de baile: StoneBridge

Antes que los Axwell, Ingrosso, Angello y compañía, estaba StoneBridge.

El DJ, productor y remixer Sten Olof Hallström, StoneBridge, está considerado como el padrino del house sueco y con ya tres décadas en activo ha sido y sigue siendo aclamado en el mundo entero por ser uno de los mejores embajadores de un house sexy y lleno de ritmo.

Vamos a repasar la trayectoria y sobre todo, la música de este prolífico productor.

Sus inicios como DJ y sus primeros remixes

StoneBridge empezaba a mediados de los años 80 en su Estocolmo natal como DJ de su propio club, Fellini, pinchando músico funk y disco.

En 1986 y junto a otros diez DJ suecos (entre ellos JJ, Nick Nice y Emil Hellman), StoneBridge creaba SweMix, una suerte de empresa de servicios de DJ y remixes (a la manera de DMC en el Reino Unido o Hot Tracks en Estados Unidos) para crear y editar versiones de éxitos en listas para las discotecas.

Muy pronto escucharía los novedosos sonidos que venían de Chicago y su conversión al house sería inmediata. Desde apenas un sótano empezó a salir magia.

Pronto le empezarían a llegar encargos de artistas mainstream (De La Soul, Titiyo, Rebel MC) y su reputación como remixer empezó a crecer como la espuma.

El éxito

En 1992 remezcla un pequeño éxito del underground neoyorquino, «Show me love», un tema de la vocalista norteamericana Robin Stone. El resto es historia.

Reeditado como Robin S en 1992 en el Reino Unido y unos meses después en USA, la versión de StoneBridge conseguía ser masiva en todo el mundo en 1993, convirtiéndose en uno de los himnos del house.

«Show me love» ayudó (y de qué manera) a que el house llegara a las masas. Meses después repetía con Robin S en «Luv 4 luv», segundo sencillo de la norteamericana y otro clásico de la música house.

El enorme éxito de «Show me love» puso a StoneBridge en el mapa, convirtiéndolo en uno de los remixers más demandados por la industria.

Remixer de moda

Repasar el inmenso catálogo de remixes de Stonebridge (algunos realizados junto a su colega Nick Nice) es repasar la historia del house de los años 90 en casi todas sus variantes.

Sus trabajos con Robin S iniciaron una serie de la que algunos de ellos son paradigma del revival que el garage house vocal vivió en los primeros 90.

Una de las constantes de StoneBridge a la hora de enfrentarse a un remix es mantener la parte vocal de los originales. Y nadie mejor que él para remezclar las «importantes» voces de las divas que tanto reinaron entre la comunidad gay durante los 90 con lo que se llamó handbag house, un house de tintes épicos y dramáticos.

O uno de nuestros favoritos suyos de siempre, el que hizo en 1994 para Donna Giles, una de las mejores drag queen neoyorquinas durante esos años (D.E.P.) y su versión de un tema del musical Dreamgirls.

StoneBridge no se olvidaba de sus orígenes, y muchos de sus remixes son buenos ejemplos del euro house que se hacía a mediados de los años 90, muy influenciado por la energía del eurodance dominante entonces en listas de ventas.

Los 90 tampoco fueron ajenos al omnipresente revival disco, y en el catálogo de StoneBridge tampoco faltan sus sonidos.

Incluso llegó a coquetear con nuevos subgéneros como el speed garage o el 2 step.

En los últimos 90 y en pleno cambio de siglo, el subgénero que más pegaba era el funky house, un subgénero que incorpora a los ritmos 4×4 breaks propios del funk de los 70 y 80 y un ambiente disco.

Pero el cambio de siglo y las nuevas modas no sentaron excesivamente bien a las producciones de StoneBridge, con remixes repetitivos y poco imaginativos, la mayoría de las veces trabajos para servicios del tipo CD Pool, Hed Kandi o Promo Only.

Aun así, el que tuvo retuvo, y algunas veces el viejo Stonebridge asomaba la cabeza.

Pero el siglo XXI también trajo sus primeros trabajos discográficos originales.

Su producción original

En el 2004 aparecía Can’t get enough, un primer álbum lleno de featurings en el que el productor sueco demuestra su talento para crear temas perfectos para sonar en los clubes, con sencillos tan potentes como «Take me away» o el infeccioso «Put ‘em high», ambos junto a la vocalista Therese.

O esta «anomalía» en un álbum que fundamentalmente es funky house, junto a la gran Ultra Naté: «Freak on», un temazo el que StoneBridge coquetea con el electro imperante a mediados de los 2000.

Tres años tardaría en llegar Music takes me, un álbum muy en la línea de los británicos The Freemasons, con buenos temas como «SOS» o «Close to heaven».

Un tercer álbum aparecía en el 2010. Un largo que, quitando el tema que le da título, «The morning after», ofrecía realmente poco.

El advenimiento del EDM en los 2010 (como en otros muchos casos) no ayudó demasiado. Digamos que en el haber de StoneBridge queda su aportación de algo de soul a la escena, como en este remix que hizo para Angie Stone y su tema «Life story» en el 2014.

Y aunque en estos últimos años el sueco se ha prodigado menos, de vez en cuando hemos podido escuchar algunos remixes de calidad.

A pesar de haber atravesado ya tres décadas, StoneBridge sigue siendo uno de los productores más trabajadores. DJ, productor, remixer, programas de radio, sellos discográficos…

Y sigue sin perder una de sus grandes pasiones: la buena música house. La pasión de una auténtica leyenda de la música electrónica de baile.