Solardo x COMANAVAGO — You make me feel

Casi 50 años después, «You make me feel (Mighty real)», el atemporal y clásico himno disco editado en 1978 por el también atemporal Sylvester, recibe un remake a cargo de Solardo, el alias de los DJ y productores británicos Mark Richards y James Eliot.

El dúo de Manchester une fuerzas con los londinenses COMANAVAGO en una robusta e infecciosa versión house que, respetuosa, mantiene la legendaria línea de bajo y el espíritu disco hi-NRG del original.

Ben Dunkerley y Gabe Swarbrick, los miembros de COMANAVAGO, protagonizan además un vídeo que rinde homenaje a toda esa escena disco queer que encumbró a Sylvester a finales de los años 70 como uno de sus mejores y mayores exponentes.

Flashback… Sylvester

Cantante, bailarín, modelo​, productor, compositor, drag queen… Sylvester James Jr. fue uno de los artistas más importantes de la era disco, una de sus «reinas» y sin duda la primera male diva.

Y una de las primeras celebridades abiertamente gay que anunciaba que padecía SIDA, enfermedad de la que tristemente fallecía en 1988 a los 41 años.

A pesar de tener voz de barítono, Sylvester reinó con su falsete en las pistas de baile de finales de los años 70 gracias a temas como «You make me feel (Mighty real)» o «Dance (Disco heat)», ambos incluidos en su segundo álbum Step II (1978).

De 1980 y en plena años post-disco es el boogie de «I need you», uno de sus mejores temas de siempre incluido en Sell my soul, su álbum de ese año.

Memorables los arreglos orquestales, memorable la interpretación vocal de Sylvester y memorables los coros de Jeanie Tracy.

Sylvester fue de los primeros en alejarse del sonido disco en sus trabajos, pasándose al entonces boyante en los clubes hi-NRG de la mano de Patrick Cowley, músico y productor de San Francisco con el que ya había trabajado en Step II.

«Do you wanna funk», incluido en su álbum del mismo título publicado en 1982, es todo un clásico de la música electrónica de baile a cargo de dos artistas memorables que nos dejaron muy pronto.

«Todo era siempre fabuloso en los mundos de Sylvester».

Un mundo, el nuestro, siempre un poco más oscuro sin personajes como él.