Floating Points — Grammar

Además de investigador y doctor en neurociencia, el inglés Sam Shepherd es también el hombre detrás de Floating Points.

Un DJ, productor y músico de formación clásica (es pianista) que habita entre la electrónica experimental y el baile puro.

Si el pasado marzo escuchábamos «Vocoder» (lo primero desde el ambicioso Promises, su colaboración del 2021 con Pharoah Sanders y la London Symphony Orchestra), estos días ven la presentación del housero «Grammar».

Ocho polirrítmicos y adictivos minutos para uno de sus trabajos más abiertamente orientados a las pistas de baile, y que cuenta con un visual animado en el que se va creando, al ritmo del tema, la silueta de una persona bailando.

De lo mejor que hemos escuchado de Floating Points en años.

Gracias a un vasto conocimiento de la historia de la música, su interés por lo analógico y una técnica exquisita, los trabajos de Shepherd son cálidos collages de sonidos del pasado, presente y futuro.

Cuando más nos gusta Floating Points es cuando mira a los clubes con su jazz vanguardista de melodías de largo recorrido que se cimenta en el house y el techno. Chicago y Detroit.

Entre sus primeras producciones, destacan los imaginativos «Vacuum boogie», un serpenteante himno dub house, y «People’s potential», un corte jazz-funk que nos recuerda a algunos de los trabajos del gran Herbie Hancock.

Tras un par de años de perfil bajo, en 2014 Floating Points publicaba el que es su tema más famoso, «Nuits sonores».

Casi doce minutos de techno espacial de combustión lenta pero que pasan volando, y con los que resulta fácil perderse en sus ritmos profundos, oleadas de teclados que van y vienen y sus líneas acid.

Un corte bailable y con estilo. Y una magnífica banda sonora para la noche.

Terminamos con dos de sus contados remixes.

Uno para Basement Jaxx y su sencillo de 2010 junto a Sam Sparro «Feelings gone», y el otro para Caribou y su fantástico «Never come back» de hace un par de años.

Dos grandes reinterpretaciones.