Hurlee – A question of time

Desde la isla de Mallorca nos llega el español Iñaqui Hurtado aka Hurlee.

Un DJ y productor que destaca siempre por unos trabajos tan impecablemente producidos, que suenan igual de bien tanto en un club como en casa con unos buenos auriculares.

Un sonido el suyo que bebe de tanto de las fuentes del house más clásico como de las del mejor deep house o de la madre del cordero: la música disco.

Un excelente gusto musical que Hurlee vuelve a demostrar en su nuevo EP, Keep it real, publicado en el sello independiente mallorquín Esuoh.

Cinco cortes de ambiente housero y aromas clásicos. Como siempre, personales y muy representativos de su estilo.

De él extraemos el cuarto: «A question of time». Un corte house de ritmo enérgico, bajo poderoso e infecciosos teclados que lo convierten en todo un revienta pistas.

«A question of time» está incluido en nuestras listas de canciones con la mejor música electrónica para bailar, y a la venta y en streaming.

Flashback… Hurlee

Iñaki se enamoró pronto de la electrónica y el house, pinchando desde muy joven en los clubes de su isla natal, Mallorca.

Su debut como productor llegó en 2013. De ese año e incluido en el EP homónimo, es «Sonorus», uno de sus primeros temas. «Time to remember» es de un año después.

Dos cortes de buen house sin complejos.

Junto a tres colegas de profesión (los españoles Paul Rudder y Tete de la Course y el italiano OUI), Hurlee co-fundó en 2017 Poetry in motion. Un sello dedicado al house en su vertiente más deep, disco y jazzy.

Con el primero de ellos, su «hermano» Paul Rudder (Pablo Timòn), el mallorquín ha firmado un buen puñado de EPs repleto de buenos temas.

Sabor disco-house (tan de moda ahora) tiene «Let’s rock it», de 2019. Con una vibrante percusión y adictivos loops disco, «Got to be», también de ese año, sabe a funky house vintage circa finales de los 90.

Todo un chute de energía.

Terminamos con uno de sus últimos trabajos, About her, un EP de 2022. A él pertenece el fantástico «Piano haven».

Otro vibrante corte de sabores vintage, que recuerda al Nueva York de finales de los 90, pero también a ese dream house, tan mediterráneo, que se hacía en la Italia de los primeros 90.