Galaxy 82 ft. J Farrukh – Equinox
El misterioso productor Galaxy 82 presenta "Equinox", un gran sencillo de debut que cuenta con la potente voz de la británica J Farrukh.
Galaxy 82 es el misterioso alias de un productor del que sólo sabemos que proviene de Escocia y que lleva en activo (bajo otros nombres) desde los primeros años 90.
Aunque un pajarito nos ha chivado que podría tratarse del DJ y productor David Forbes… Misterio resuelto o no, «Equinox» es su sencillo de debut.
Un corte que cuenta con la colaboración de la vocalista británica J Farrukh (Joy Malcolm), la cara visible en 1995 del exitoso combo británico acid jazz Incognito, y el compositor también británico Justin Kielty.
«Equinox» es un eufórico viaje a la legendaria era del rave. Un tema old skool que captura (y cómo) la esencia de una de las edades de oro de la música electrónica de baile. Una era ya pasada, pero cuya llama sigue viva aún en pleno siglo XXI.
Capas de melodías y teclados, un enérgico bajo y un piano sincopado se superponen a unos ritmos rotos que arropan a la perfección la poderosa voz de J Farrukh.
Un trabajo que respira 808 State o los primeros Prodigy por los cuatro costados.
Una futura obra maestra. Masivo.
Galaxy 82 ft. J Farrukh · «Equinox»
«Equinox» está incluido en nuestras listas con la mejor música electrónica para bailar, y en streaming y a la venta.
Flashback… Joy Malcolm
Vocalista de sesión a finales de los 80 para gente como Mike + The Mechanics, Joy Malcolm presentaba en 1993 uno de sus primeros trabajos como cantante principal, el tema «Bad weather» para la efímera banda acid jazz británica Young Disciples.
Una voz como la suya no podía pasar inadvertida en el house de los 90.
Así, uno de sus mayores hits (también como compositora) fue con Indigo y «Fly to the moon» (1995), un tema del que el remix de Mood II Swing ha pasado a la historia.
Su mejor momento y proyección los alcanzó en 1995 con Incognito y el álbum 100° and rising.
Un largo en el que interpretaba temas como «Spellbound and speechless», «Time has come» o el atemporal «I hear your name», uno de los mayores clásicos del acid jazz.
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